Nudo

hay que explicar la densidad que siente el cuerpo al moverse
sin hablar en sentido figurado ni
recurrir a movimientos sutiles, porque no sirven

arrancarse la piel no sirve por lo figurado
y no se me ocurre otra cosa

pero si necesita ser explicado es porque se hace notar

posponer la explicación sirve porque
evita ataques de impaciencia
siempre y cuando la causa no sea meditar una respuesta
a lo mismo

hablar sobre otras cosas que finjen no aludir
a la cuestión, es lo que ocupa el rol de descanso
pero es efímero

despues de insistir dele que te dele con la pregunta
la solución es otra pregunta
¿existe la magia?

y se podrían hacer más preguntas
si se define la magia como el ejercicio
de nunca responder.

1

Respiro lo inminente del subterráneo
en el que vengo a destronarme. A mi o a esa calma
que respira desde una grieta oscura lo que viene.

Si tuviera que dibujar la calma lo haría sobre un espejo
en cuyo reflejo brotase una imagen sin dueño, sola.
Intentaría extirpar esa tela blanca a los trazos, para que
el cuerpo del pincel pueda reflejarse.



Me despierto de la calma y oigo
que lo que se acerca son mis manos (manchadas de pintura).
Oigo también el traqueteo constante de un tren, palmas que
se baten sin descanso, bastedad inmutable de silencio. Veo palabras
trenzándose en abrazos inentendibles; construyendo una
nueva calma y su ruina anticipada.



Con las manos ya sueltas de palabras
adviene un pesado abatimiento entre los dedos
que se extiende hasta el horizonte del cuello.
Un letargo rodeado de palmas, silencios y trenes; quizás
sean voces no reconocidas,
incapaces de esconder algo más que la voz.

Lo que se siente -como amenaza - es lo alucinado. Y aquí ya es tarde,
el cielo empieza a alucinar detrás del silencio negro.
Se lo oye subir.

2

En la era de los circos digitales
me quisiste hablar de forma hipnótica.

Yo no te dejé pero se sumaron otros suplicantes a tu causa
-me parece que eran señores reflejados pero
no me animé a comprobarlo-
y a mi la resistencia me agobia tanto que
abandono el choque para volverlo aburrido, olvidadizo,
para arrojar por debajo un nuevo andar
firmado desde la nube de nuestros dibujos.

Pero las voces que me perseguían
nunca son del todo rotas pues no hay fuerza;
así es que me tapan hasta el cuello de volumen
y yo no me escondo porque ya estaba escondido.

Salgo igual a pintar la batalla - para definir sus
contornos y el mio- porque cada trazo me resulta
tan fácil como cerrar los ojos (ya que no estás
frente a mi oponiendo los tuyos).

Pintar no es dejar de ver por los suelos
aquellos ritos que contemplan el tiempo
en su ausencia de luz -lejos de las palabras que escupo
y oigo explotar lejos mio, fingiendo inocencia
con la verja de los párpados.

Detrás de la barrera hacia el desastre, las explosiones
suenan como repiqueteos de tren,
palmas que se baten en nuestros oidos secos
conjugando las voces que fuimos
cuando fuimos silencio.

Otros señores me hablan desde otro tiempo
me muestran gráficos, ejes de rendimiento, índices
sobre no se qué inversiones a futuro...
Los confundo con artesanos
que esculpen las estatuas que fuimos
cuando fuimos inmensos.

3

Tu voz, entre las demás, se ocupa de desatar y reanudar
los tímpanos, y de arruinar
alguna de esas imagenes de las que
hablaba.

Diría que son gritos si no fuera
por el eco deformante.
Pero deben ser gritos de todas formas.

Duelen casi más que
la lluvia de cubos de hielo
que acompaña la escena (agua revoleada
que intenta ser los gritos)
porque los enviás desde abajo, encriptadamente
en sobres vacíos
tan llenos de datos que más vale dejar
que te arranquen los oídos.

¿Alguna vez habrá silencio?

Yo podría acostumbrarme a las voces
que permiten las orejas mutiladas.

4

¿Te acordás de lo que está por venir?

A mi me gusta poder mezclar
reciclaje bajo nubes, ramas que yagan
con burbujas de voz, o gotas finas
cayendo a un pozo ciego
explotando a mínima escala entre los dedos.

Te lo pregunto de nuevo porque
nunca le encontré la gracia a los fuegos artificiales
más que poniendome bisco,
esperando el impacto;

sabiendo que solo a través de la espera
emito soplos que te tocan.

5

A las pausas les llega su momento
cuando las apuramos,
cuando las apuro.

Te las muestro,
podría hacerlo acá
en este lugar que no ves señalado.

Pero yo sé que basta
con el empleo de alguna fórmula
que copie las hipnosis a las que me someten
los trenes y la calma.

La persistencia de aquella fórmula
en tu mente o en la
mia,
transita distintas mitades
de un mismo puente.

Ninguno encuentra en las huellas del otro
más que el entendimiento tácito
con el que cada esquina nos conduce -por un mismo
suelo- hacia otra esquina, cuya próxima
curva es invisible.

La pausa no es visible
pero si inventáramos un sustituto
sabríamos cómo destruirlo
sin destruir.

Lo que se hace visible, si, es la mentira
de esa última estrofa;
el intento de seducir trazando círculos
y esferas que sólo pueden concretarse
en la relectura solitaria.

6

Burbujas subterráneas otra vez
de una ebullición más y más inocultable
pero no. Lo que nace de la tierra quieta
es un panal de abejas.
¿Quién hubiera imaginado que así era su interior?
¿Quién negaría su parentesco con tu forma
de construir encierro?

Yo pensaba en colores más allá de todo y no
en estos pies envueltos
ni en las narices deformadas por ventosas
que hacen de todo una gran serpiente.

Capaz de moverse sin digerir
al devorar y devorarse
al mismo tiempo. Incapaz
de distinguir lo que traga
ya que nadie quiere ser comida.

Recurro al dibujo para comparar
y preguntarme si lo que veo
puede morderme o ya me ha tragado.

7

un subibaja es ver pasar
“las cosas que pasan”
asumiendo la invisibildad de la vista
y de la voz, y de las manos cuando
no tocan.

Subir es
tararearte en puntas de pie
afuera mio.

un subibaja es volver a verte
moviendo mi brazo, incluso la
columna hasta que te saco
la mano de ahí.

Bajar es querer que vuelvas a poner
la mano donde debo yo
moverme
y querer que hables por mi
o te conviertas en alguno de mis brazos.

En ese momento firmamos el pacto:
me vuelvo invisible de mutuo acuerdo.

Y bajo.

8

Hacerme visible es romper
el dibujo de tu mirada en mi cuerpo
-y las demás, que aquí no importan.

Es perderse con abulia descontrolada
por caminos estrechos en los que no cabe una pierna;
retorcerse hasta que las paredes opriman lo imposible

y explotar. Ver los escombros de cerca
sin recobrar la mirada medida
ni aunque sea necesario reacomodarlos.

9

No quiero leer las manos de nadie.

Sería un abuso de quien me lo pidiera
como si yo no me diera cuenta de que planean
quedarse mancos para ponerlas en un cuadrito
y hablar de ellas hasta el hartazgo
de sus manos quietas, hasta el hartazgo.

Si las leyera de antemano
diría que están podridas, aburridas
desde que se enteraron de su futuro:

ser palabras
en una placa dorada y diminuta
que no toca a nadie.

10

Me digo, te digo, os digo:

Basta de hacerme creer
que no quiero ser hipnotizado
ni oir voces graves
bajo el andar del tren
que espero. Que no quiero
el aire rebotando contra mi pecho,
envolviendo mi cuerpo en
un sótano poblado de brujerías
y hechizos de voz.
Que subir y bajar implican caminar
en direcciones opuestas. Que tu cara
y tu espalda no entran en un mismo dibujo,
que los nudos no pueden resolverse
en la poesía,
o que necesitamos algo más que
espacio para enredarnos.

11

¿Quién invita a quién?

A recorrer las instalaciones del lugar
el baño, el tacho de basura
la aplanadora, los carteles luminosos
la central de cabello
los horarios de movimiento interno
las infracciones permitidas
hasta una muestra gratis de aburrimiento
y por último el precio, claro.

Ambas partes se frotan las manos, degustando
la idea, y luego se juntan o se separan.

¿Un sónido de tren a una voz que se quiere matar?
¿Unas palmas que se repiten y se gastan
a un beso repetido y gastado?
¿Un puñado de letras a una mirada especular?

¿La oscura cueva a un poco de lluvia
que refleje la sangre
con la que nos hipnotiza la suerte?

¿Una pala dada vuelta
olvidada del pozo, y atenta
a lo que está por caerle encima?

¿Tu mano a otros ojos o dedos
que avistan lo que no es tu nube?

¿Mi medido reflejo
a esta farsa hecha de letras
con las que no te digo
nada y espero
que vos me digas todo?